El arte de leer

 

 

Desde siempre, los libreros alemanes han tenido la dudosa reputación de pertenecer a un club elitista. Es obvio que por razones económicas tienen que vender todo lo que da beneficios. Pero las ovejas negras entre ellos ven su verdadera tarea en ofrecer en primer lugar literatura de un alto nivel artístico. Ya como aprendiz tenía que trabajar con colegas, que se burlaban en secreto de clientes fijos que sólo estaban interesados en libros de entretenimiento ligero.  

 

UNOS LIBROS EN LA VIDA COTIDIANA DE UN LECTOR EXIGENTE  ·  GIF 01:05

 

Desde Goethe y Schiller, esta cuestionable ética profesional involuntariamente apoyan escritores que se distinguen por el estilo y la composición de sus obras inequívocamente de los escritores frecuentes y rápidos. Les acusan de no preocuparse ni pizca de gracia por los principios y reglas universales de la poesía que, en última instancia, podrían definir una obra literaria como tal. Gustave Flaubert es conocido por la agónica lentitud con la que escribió sus obras (unas 15 publicadas), mientras que su contemporánea George Sand (unos 180 volúmenes publicados) decía de sí misma que terminaba una novela a la una de la madrugada y empezaba la siguiente a la una y media.

 

La disputa sobre cómo se define literatura de alto nivel y con qué criterios se la puede distinguir de calidad inferior, siempre se ha llevado a cabo de forma mucho más relajada en los países anglosajones que en Alemania o quizás Francia. Alguien del ramo como yo, que es a la vez escritor y lector de las bellas letras, debería abstenerse de tomar partido. Sin embargo, la vida me ha enseñado que el camino del Parnaso a la alcantarilla es bastante corto, y que escenas de alcantarilla pueden ser mucho más divertidas que tertulias de cafetería con aburridos interlocutores orientados a la ciencia. En este sentido doy preferencia a una historia emocionante, quién jamás la haya escrito y haya desarrollado su tema de forma viva, a todas las obras de autores que más o menos quieren cumplir con las condiciones de alta poesía y cazar premios literarios.

 

Tres de los protagonistas de Snakiestory devoran desde la infancia todas las novelas que caen en sus manos. Como adolescentes, proclaman que son un triunvirato de jóvenes críticos incorruptibles. Ya saben diferenciar entre lo que es disparate literario o literatura seria, entre los textos bien escritos y el mal lenguaje. Naturalmente es que las opiniones llegan a ser bastante subjetivas. Sin embargo, los tres tienen en común un infalible sentido de lo que es calidad, como sólo alguien puede desarrollarlo después de haber leído continuamente durante muchos años. Es el único camino de llegar a un sólido discernimiento, cuáles obras satisfacen las exigencias artísticas y universales.

 

En nuestra página web https://www.librarything.com/catalog/hbergander nos permitimos ofrecer a los lectores interesados una pequeña selección de la que pueden disponer con la certeza de encontrar sólo buena literatura. También hemos añadido algunos autores favoritos. Lo que se afirma en https://www.librarything.com/profile/hbergander por Sir Schnurrli. Esta criatura nos señala, citando a Claude Lévi-Strauss, que una charla esporádica con un gato nos permite a menudo conocer el alma del mundo de forma más profunda que cualquier otra cosa.*

 

* Claude Lévi-Strauss, Tristes Tropiques, Collection Terre humaine, Plon, Paris 1955

 

 

 

 

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