¡Queridos amigos!

 

 

 

 

Mi mujer Sabine y yo...

 


...nos ponemos lentamente de acuerdo en lo que debería ser publicado en esta página.

 

 

Mis padres, mi hermana, mi hermano y yo en 1944.

 

 

En tiempos del Deutsche Reich, mis abuelos en una excursión a Helgoland, una isla en el Mar del Norte. Después de este agradable acontecimiento tenían muchas ganas de viajar por vía marítima a la isla de Zansíbar. Los procedimientos bélicos de la segunda guerra mundial frustraron aquel plan.

 

 

La abuela de Sabine con su hijo, que entonces tenía tres años.

 


Los padres de Sabine.

 


La generación de sus nietos no se enteró mucho de lo que significa una guerra o como se manifiesta. Sólo oyeron unos cañonazos cuando nacieron. Más tarde, los nietos eligieron islas a lo lejos de cualquier conflicto político. Por ejemplo la isla de Eivissa de la era hippie.

 

 

Aquel pacífico trocito de mundo garantizaba en los años sesenta y setenta del siglo pasado una vida contemplativa. Los bienes materiales no tenían mucha importancia para los hippies. Pero quienes, que intelectualmente no les podían acompañar, no se sentían cómodos en su comunidad, cuya alma era en gran parte amabilidad y cariño. Game Boys y Game Girls eran de carne y hueso, y teléfonos móviles eran desconocidos. Apenas había conexiones telefónicas en la isla. Para ponerse en contacto con alguien hubo que dar con él personalmente.

 

 

En el tercer tomo de Snakiestory que aún no está listo para publicarlo, los hermanastros Billy y Manuel (nombres postizos Quee y Jiggy) pasan por un período de sus vidas marcado por labores artísticas y la búsqueda a una existencia incluyendo la meditación y valores espirituales.

 

 

Diana y Virginia, las compañeras sentimentales de Manuel y Billy, cuidan a los chicos de tal manera que ellos en sus anomalías...

 


...mantienen un nivel sano.

 


Por los más de diez lugares donde vivíamos, Sabine y yo, en cuatro decenios, lo primordial en los cambios de casa o piso era el cuidado de aquellos libros que nos importaban mucho. Los menos íntimos amigos entre ellos tuvieron que ser abandonados por falta de sitio. Pero acabaron en manos de otros amantes de la literatura.

 

 

Nuestros gatos experimentaron un destino semejante. El primero, Mauli, era un animal distinguido de la nobleza ibicenca. Nos acompañó un lustro. Su fin fue tal como lo desearíamos para nosotros mismos: ser movedizo y alegre hasta el último momento. Mauli saltó a su sitio favorito, nuestra cama, se estiró por última vez y se murió en pocos segundos, supuestamente por paro cardíaco. El animal yace debajo de un pino en el bosque cerca de la Cala de Salt d'en Serra donde tenía su coto de caza.

 

 

A Mauli le siguieron Tiger, Diablo, Tabby (la criatura más dócil que jamás haya vivido con nosotros, aunque, atípicamente para gatos, un poco corto de entendederas), y Betsy Benilde Campos. Otros gatos sólo venían en plan de visita nocturna, por ejemplo Bingo, un gato cartujo. Pesaba tanto que unas lozas sueltas de la senda del jardín traqueteaban bajo sus patas. La foto representa a Titi que solía dormir sobre los pantalones de cuero de su amo. Le gustaba el olor del cuero, pero desgraciadamente tenía un gusto enfermo por los neumáticos de los coches. Nunca se cansaba de olerlos. Algún día, sin previo aviso del ruido de motor, en la empinada calle delante de nuestra casa las ruedas de una camioneta se pusieron en marcha y le rompieron el cuello a Titi.

 

 

El único compañero de Titi era Sir Schnurrli, nuestro felino actual. Este gato, donde y cuando sea, empieza a ronronear sin que se lo toque. El ronroneo comienza con una sola palabra cariñosa a distancia. Tanto ese fenómeno de cariño telepático como la necesidad de lavarse varias veces al día debieron conmovido a los egipcios de la antigüedad a adorar a la especie Felis catus como una deidad.

 

 

En días de tiempo frío Sir Schnurrli es un útil y fidedigno calentador de cama.

 


Desde hace veinte años el Alto Ampurdán en la parte española de Cataluña ha llegado a ser nuestro segundo refugio. El paisaje al pie de los pirineos es vasto y vacío.

 


Es un pedazo de tierra donde, en un ambiente tradicional entre gente excéntrica, queda mucho espacio para el arte y otras cosas que embellecen la vida. Aunque estamos jubilados y ya no tenemos que trabajar, Sabine se implica aún en su profesión de asesora del mercado de arte. Ayuda a los artistas jóvenes sin experiencia a establecer contactos con agentes y galerías.

 

 

Georg Eisler · Sabine Leingartner · 1973 · De nuestra colección

 

De la temprana pasión por las bellas artes, en particular las visuales, se convirtió más tarde en la vocación de Sabine. Después de varias actividades en galerías de Salzburgo, Berlín y Londres, fue cualificada para dirigir la galería Junge Generation de Viena, un lugar de encuentro para pintores pertenecientes a los más diversos estilos. No es asombroso que los artistas retrataran a la joven mujer. Un recuerdo especial de aquellos años es el dibujo de Georg Eisler, hijo del compositor Hanns Eisler.

 

 

Robert Zeppel-Sperl · Cuarteto · 1977 · De nuestra colección

 

Tuvimos una amistad estrecha con el pintor austríaco Robert Zeppel-Sperl que murió prematuramente a los sesenta y dos años. Nos unió el amor por el mundo mediterráneo y otras maravillas de la vida.

 

 

Acerca de Walter Benjamin, quien, cansado de la persecución nazi, terminó su vida en Portbou, podemos aclarar el uno u otro aspecto a turistas interesados de la biografía del filósofo alemán. En este contexto, queremos agradecer la ayuda del siempre amable y paciente ex alcalde de Portbou, Josep María Moré i Canals.

 

 

Aparte de todo esto, llevamos una vida relajada. Por la tarde hay ajedrez en el Club Societat Coral Erato, Plaça Triangular, Figueres.

En ajedrez, partidas Blitz son un trago de elixir de vida...

 

 

...tal como en días peculiares la tertulia entre hombres mayores bajo el sol mediterráneo.

 

 

Cuando se despide el día llega el momento para un buen vino y el aroma de tabaco de pipa.

 

 

¿Y porqué no, como signo de la edad, entregarse a reminiscencias, pensando en todos los amigos que nos han acompañado? ¡Old acquaintance should never be forgotten!